Autor: txrt


Al ver que Luna Kiss está de nuevo por Bilbao, me he acordado de que tengo un relato suyo pendiente.

En algún momento del invierno pasado me entra el calentón y tengo que desfogarme. Busco en los anuncios de la zona, y ¡bingo! Esto es lo que estoy buscando. Una mujerona. Tal vez no tiene la cara más femenina del mundo pero me resulta tremendamente atractiva.

Decido visitarla después de comer, antes de ir al trabajo ya que entro de tarde. Salgo con el coche hacia la dirección indicada y con tiempo bastante justo. Al final entre afeitarme y prepararme se me ha echado el tiempo encima. ¡Cago en la puta! No hay sitio para aparcar. Doy otra vuelta. ¡Joder! Ahora tampoco. A la tercera va la vencida. Aparco y corro a mi cita.

La calle es una más o menos céntrica de Bilbao. El edificio no levanta ninguna sospecha. La habitación correcta. Hace un frío del carajo. Menos mal que hay una calefacción de esas de aire caliente. Voy a calentar las manos que no quiero que se asuste por el frío en cuanto la acaricie. Que venga ya que el tiempo vuela y no me sobra precisamente. Oigo pasos. Por fin entra. ¡Espectacular! Pago y vuelve a salir.

¿Por qué tarda tanto? Al final no voy a poder estar la hora que he pagado. ¡Por fin está aquí! Impone una vez está delante. Alta,
1´80 pasados y un cuerpazo de muerte. Piernas largas que terminan en un culo duro y grande. Me encanta. Las tetas preciosas y una cara de vicio a tope. Hoy es mi día.

Me acerco a ella y la beso con ganas. ¡Joder, ya estoy completamente duro! La sigo besando mientras agarro fuerte su culo. Le doy una palmadita y empiezo a bajar. No tengo tiempo que perder, así que voy al grano. Me arrodillo y cojo su polla. Ven aquí que te voy a comer entera. Se pone dura rápido. Ella me sujeta de la cabeza. Yo miro hacia arriba para ver su cara mientras como. Que polla más rica. Se sienta en la cama y yo de rodillas sigo lamiendo, chupando, comiendo.

Me tumbo a su lado y nos besamos mientras nos masturbamos mutuamente. Aprovecho para acariciar todo su cuerpo. La piel es suave. Ella acerca su boca a mi polla y se la mete en la boca.mm mmmmmmm. Vuelve a mi boca y nos seguimos besando. El tiempo vuela, asó que le susurro al oído "¿Me follas o te follo?". Al momento me responde "Te follo yo, te follo yo". Oír esas palabras me ponen todavía más cachondo.

Tumbado boca arriba abro las piernas para recibirla. Me unta un poquito de vaselina y para adentro. No es muy grande, pero desde luego que no es pequeña. Aún así entra muy fácil. Empieza con movimientos suaves, sujetándome las piernas sobre sus hombros. Poco a poco aumenta el ritmo. Se termina recostando sobre mi. Mi polla dura rozando su vientre. Las embestidas son cada vez mas fuertes. Rodeo su cintura con mis piernas. Coloca su cabeza junto a la mía. Siento su respiración caliente en mi oreja. Cada vez más rápida. Y me dice "No aguanto más beybe. Me corroooo". Intento que se mantenga dentro un rato. Me gusta suentir su polla dentro de mi, pero se sale.

Ahora me toca a mi. Le digo que me la quiero follar. De la hora pagada me quedan 25 minutos todavía. Ella sabe que no voy a poder estar todo ese tiempo porque llego tarde al trabajo. Me dice que se me hace tarde. Y yo que algo de tiempo tengo. Ya correré con el coche luego.

Se pone a cuatro patas. Me acerco para comerme ese precioso culo, pero me dice,un poco seca, que no. Que ya tiene el lubricante. Me coloco detrás de ella de rodillas entre sus piernas. Dejo una pierna arrodillada y levanto la otra por encima de ella para entrar un poco más de arriba abajo. " Esa pierna abajo" me dice. Viendo que no está muy por la labor, le hago caso que no tengo ni ganas ni tiempo de discutir. Me la empiezo a follar. Tiene un culo tremendo. Me encanta. Perfecto para darle unos azotes mientras empujo. Al de poco de empezar me dice "Vamos. Yo ya me he corrido. Quiero que te corras tu". Yo quiero seguir follándomela, pero ella se da la vuelta y me empieza a masturbar. No me gustan las prisas, pero ya veo que esto no da para más, me siento sobre ella y me corro en sus tetas. Me limpio un poco y remata la faena con "se te hace tarde. Vas a llegar tarde al trabajo". No me ofrece ni una ducha ni nada. Recojo y para el curro con la sensación de que algo que podía haber sido genial, se a quedado en un bien escaso de 40 minutos.

Moraleja: nunca vayas con el tiempo justo.


p.d.: éste es el último encuentro que me quedaba por narrar, y tal y como está mi economía creo que tardaré en tener más. Así que disfrutadlo, que no se sabe cuando habrá otro. Aunque quien sabe, tal vez me toquen hoy los euromillones Mueca Mueca Mueca Mueca

Added on March 21, 2017 at 12:00 am